La etapa de hoy ha sido la siguiente:
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Ha sido una etapa bastante dura, sobretodo porque íbamos con la idea de parar antes de llegar a la frontera de Finlandia pero ha sucedido que en los tres primeros cámpings que hemos parado a preguntar estaban llenos o eran muy caros. En uno de ellos nos pedían 1500 SEK (unos 165€) por una cabaña grande.
Así que hemos seguido avanzando...
Al cruzar a Finlandia finalmente hemos abandonado la carretera E-4 por la que tantos quilómetros hemos recorrido.
Ahora que abandonamos Suecia, debemos decir que habíamos leído en diferentes foros que es un país monótono y que la subida podía hacerse un tanto aburrida. No estamos de acuerdo. Su paisaje se caracteriza por sus extensísimos bosques de abetos y pinos, salpicados de lagos, hasta donde alcanza la vista. El verde en toda su gama predomina sobre el resto de colores. El perfume de Suecia es el de la madera húmeda y quedará grabado en nuestra memoria así como sus gentes, reservadas pero amables.
Por poner un ejemplo, después de comer en una area de descanso nos disponíamos a salir cuando un hombre, al ver que yo llevaba la visera del casco llena de mosquitos, sacó un paño y jabón de su coche para que me la lavase.
Y entramos en las tierras suomi.
Llevamos ya 550 km encima hoy y seguimos buscando cámping. Tras tres intentos fallidos veo un cartel indicando que hay uno en un desvio a 12 km y vamos para allá. Tras 3 km la carretera se transforma en camino de tierra:
Pero estamos tan cansados que seguimos hasta llegar a una gran casa lapona donde finalmente nos dan alojamiento (50€)
Estamos en la Laponia y nos sentimos totalmente aislados aquí. Y eso que es verano! el propietario, hombre de pocas palabras, me cuenta que en invierno las temperaturas bajan a -30ºC. Ahora podemos ir en manga corta y se nota un agradable fresquito.
En esta casa viven sobretodo de los deportes de invierno: motos de nieve, caza de renos, pesca, etc.
Po 5 eurillos nos deja usar la lavadora y por fin podemos hacer la colada:
Intentamos dar un paseo por el bosque. Ya se sabe que los catalanes cuando vemos un bosque de pinos nos tiramos de cabeza a practicar la "caça de bolets" pero tenemos que salir por patas (literalmente corriendo) porque está plagado de mosquitos. Son muy grandes y ademas nos persiguen picándonos a cientos. Bufff que mal rato...
Esto es un baño finlandés de agua caliente con leña
Mañana cruzaremos por fin el círculo polar ártico. La intención es llegar a Cabo norte en dos etapas, así que nos lo tomaremos tranquilamente.
