7ª etapa: Petäjäskoski - Ivalo 380 Km

11 de julio de 2011

Tras el tirón de ayer, decidimos tomarnos el dia con más calma para llegar a Nordkapp en dos jornadas. El recorrido ha sido el siguiente:

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La mañana amanece fresca en la casa lapona en la que hemos dormido. Desayunamos, montamos las maletas y nos dirigimos a Rovaniemi donde visitamos la casa de Santa Claus situada justo en el círculo polar ártico.
Nada más llegar nos avisan que los elfos nos graban en video... Hay que ver como cambian los tiempos...

El parque temático de Santa Claus está situado en las afueras de la ciudad. Hemos visto tantas fotos de este sitio hechas por otros moteros que nos han precedido que el lugar nos parece familiar.

Este es el momento en que cruzamos el círculo polar artico, cualquiera lo diria tal como vamos vestidos...

Para quien lo desconozca, el circulo polar marca la latitud en que por lo menos un dia al año en verano no anochece y por lo menos un dia en invierno no aparece el sol. A medida que nos desplazamos más al norte esos dias se multiplican hasta llegar a los 6 meses de luz y 6 meses de noche en el polo norte.
Seguimos paseando y nos encontramos con el famoso cartel que marca las distancias a diferentes ciudades:

Nos comemos unas hamburguesas en el restaurante del parque y después vamos a saludar a Papa Noel. Para llegar a él se pasa por los pasillos de su casa donde se pueden encontar objetos como el enorme péndulo que controla el movimiento de rotación de la tierra:

Antes de entrar en la habitación de Santa, un elfo nos pregunta de donde somos. Le respondemos que venimos de Barcelona y entonces nos recibe Santa Claus con un sonoro "bon dia houhouhou". Nos dice "força barça", "Dani pedrosa" y cuatro palabras más. Yo le digo que me cae bien, pero que me gustan más Melchor, Gaspar y Baltasar, que siempre se han portado mucho mejor conmigo. A la salida un elfo intenta cobrarnos 30€ por la foto que nos han hecho con Santa -no está permitido usar cámara dentro de su casa-, le decimos que no y nos vamos a por la moto que la carretera espera...

Unos pocos quilómetros más adelante vemos los primeros renos:

Son unos animales realmente magníficos. Los hemos visto en manadas de unos 30 miembros, pero la mayoría de veces van en grupos de dos o tres. Se cruzan en la carretera con una tranquilidad asombrosa y no tienen ninguna prisa por apartarse y dejarte pasar. Hay que tener verdadero cuidado con ellos ya que si vas rápido es facil que tengas que hacer una frenada de emergencia. Ellos están en su casa y nosotros somos sólo unos viajeros de paso.

Al entrar en Finlandia cogimos la carretera E-75 y no la abandonaremos hasta pasar Inari donde torceremos a la izquierda por la carretera 92 que nos llevará a Noruega. La E-75 es una carretera convencional con un carril para cada sentido. La velocidad está limitada a 80 o 100 según el tramo, pero a partir de Rovaniemi no hemos visto ningun radar así que apretamos un poco.

Nos paramos en unas cabañas samis en las que tomamos un café caliente y un buen pedazo de salmón ahumado. Los precios en Finlandia no son excesivamente caros. Nos cuesta 7 euros.

Finalmente, a eso de las 18:00 buscamos camping. El primero en que paramos no nos gusta y seguimos un poco más. Nos decidimos por uno que está dentro del bosque. Nos atiende una extraña mujer que nos pregunta "confort o no confort". Le pregunto la diferencia y me contesta que la diferencia es el "confort". La dejo por inútil y le pregunto los precios. Me dice "confort 90€, no confort 30€". Como el confort ya lo tenemos en casa nos decidimos rapidamente por el no confort. Tampoco estaba mal...

Al estar en medio del bosque y con un lago al lado, este camping es el reino de los mosquitos. Nos decidimos a ir a pedirle un repelente o un insecticida a la señora que nos atendió, pero nos contesta que en laponia no existe ningún problema con los insectos. Dice que tenemos más problemas en la Europa continental. Dice todo eso sin esbozar una sonrisa y con una cara un tanto inquietante. Nos vamos a la cabaña y zapatilla en mano comenzamos la matanza del mosquito lapón hasta que no queda ni uno dentro.

A pesar de estos incidentes dormimos bien. A las tres de la madrugada, Natalia se levantó e hizo esta foto. Aqui ya no anochece...

Mañana nos levantaremos con la ilusión de llegar a Nordkapp. De momento disfrutamos nustra estancia en las tierras suomi...